jueves, 18 de diciembre de 2014

No juzgues antes de tiempo

¿Cuántas veces has escuchado esta frase: No juzgues a nadie por su apariencia?

Supongo que la respuesta será superior a 10 veces. Y la verdad es que te puedes llevar sorpresas con las personas, ya que una apariencia no dice nada, tan solo que ropa utiliza, cómo lleva el pelo, si lleva o no gafas y pocos datos más. Pero, ¿sabes si ese persona es simpática? ¿Amable? Incluso, ¿Le gusta ir a la playa o a andar al monte?

Hay infinidad de frases y personas que hacen hincapié sobre este tema, y gracias a ello, cuando un lector las lee, le hacen reflexionar.

Aquí van algunos ejemplos:


  • Si juzgas a un libro por su portada, te puedes perder una gran historia.
  • Nunca juzgues a las personas por su apariencia. Te puedes equivocar.
  • No juzgues el día por la cosecha que has recogido, sino por las semillas que has plantado.

Espero que esto os haga reflexionar sobre las apariencias. Porque aquí un servidor lo hizo, y se ha sorprendido. Gracias a ello, surge esta reflexión.

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