martes, 23 de diciembre de 2014

Morro de cocodrilo

Qué poco nos cuesta enfadarnos, qué rápido tendemos a pensar y a sentir que vamos a ser vulnerados, que los demás están en contra nuestra.

Nos cuesta o no nos gusta dar dos vueltas a la cabeza o simplemente volver a preguntar si detrás de esas acciones hay una intención contra nosotros. Somos egocéntricos. Cuánto nos gusta pensar que detrás de las acciones de otros u otras está nuestra persona, para bien o para mal.

¿Por qué no hacemos honor a Descartes, y dudamos?, "¿y si no tiene nada que ver conmigo?", "¿y si la circunstancia lo/la ha forzado a ello?" y otra infinidad de preguntas que podríamos hacernos; o por qué no, hacer a la otra persona.

Curiosamente y a pesar de lo que nos dicen (no lo que nos hacen ver, pero eso lo dejaremos para otra entrada) cuando vemos que un problema de este tipo nos surge con alguien poco tardamos en dejar de hablarle, cuando la solución a nuestra frustración está en mostrar algo de interés hacia la otra persona.


jueves, 18 de diciembre de 2014

No juzgues antes de tiempo

¿Cuántas veces has escuchado esta frase: No juzgues a nadie por su apariencia?

Supongo que la respuesta será superior a 10 veces. Y la verdad es que te puedes llevar sorpresas con las personas, ya que una apariencia no dice nada, tan solo que ropa utiliza, cómo lleva el pelo, si lleva o no gafas y pocos datos más. Pero, ¿sabes si ese persona es simpática? ¿Amable? Incluso, ¿Le gusta ir a la playa o a andar al monte?

Hay infinidad de frases y personas que hacen hincapié sobre este tema, y gracias a ello, cuando un lector las lee, le hacen reflexionar.

Aquí van algunos ejemplos:


  • Si juzgas a un libro por su portada, te puedes perder una gran historia.
  • Nunca juzgues a las personas por su apariencia. Te puedes equivocar.
  • No juzgues el día por la cosecha que has recogido, sino por las semillas que has plantado.

Espero que esto os haga reflexionar sobre las apariencias. Porque aquí un servidor lo hizo, y se ha sorprendido. Gracias a ello, surge esta reflexión.

Únete a Pensar